20 sept 2011

Frank, tenemos un problema.

Que la situación del Hamburgo es complicada es una evidencia. Sin embargo la coyuntura deportiva por la que atraviesa el club es más normal de lo que en un principio aparenta. Tiene su porqué, aunque muchos, sobre todo los agentes externos, solo han dirigido sus criticas hacia Frank Arnesen sin profundizar mucho más allá. Que el danés ha cometido errores es innegable, pero muchos de ellos, más que por negligencia o error humano, han venido provocados por la situación global de la institución, por lo que habría que preguntarse si el ex del Chelsea era el más indicado para recibir mando en plaza o si habría sido más conveniente rodearlo de aquellas personas que conocían la entidad desde dentro y que le hubieran servido de base con la que trabajar, al menos, hasta alcanzar un conocimiento más profundo del futbol alemán y de las tremendas peculiaridades del propio HSV. Dicho esto veamos como ha llegado el club del diamante ha sumar un misero punto hasta el momento.

La elección del entrenador: Mucho se ha escrito sobre esto aunque nadie ha dado con el factor real. Aunque se haya querido evidenciar que Oenning era una apuesta del danés, más bien, esta fue una consecuencia impuesta por las circunstancias. El director deportivo cuando aceptó el cargo tenía en mente un nombre: Solbakken. Danés y noruego iniciaron contactos, pero el ex del Copenhague ya había alcanzado un principio de acuerdo con el Colonia que era imposible romper. El segundo en la lista, McClaren, no estaba dispuesto a permanecer un segundo más en Alemania, y de hacerlo, exigía que le respetaran la ficha del Wolfsburgo, inalcanzable para los Rothosen. A partir de ahí un carrusel de nombres interminable, unos no quisieron poner en juego su caché haciéndose cargo de un proyecto de futuro sin aparente presente, otros, pedían demasiado para arriesgarse a fracasar dirigiendo un equipo en construcción. Oenning, que llevaba todo un año de segundo de Armin Veh, y que ya conocía a los jóvenes del plantel llamados a comandar la revolución, era el único candidato disponible.

Un proyecto de jovencitos muy mal explicado: La sombra de la duda persigue al director deportivo. Mucho se ha hablado de su empecinamiento por los jugadores del Chelsea, y hasta se han levantado sospechas un tanto arriesgadas. Pero realmente la apuesta por jóvenes valores no fue idea suya. Ya en diciembre de 2010 Reinhardt, anterior responsable de la parcela, advirtió tras renovar a Son y a una serie de promesas que el Hamburgo tenia que fabricar sus propias estrellas porque ya no podía salir a comprarlas fuera. Un aviso que nadie quiso escuchar, y que precisamente, acabó desencadenando en la contratación de Arnesen gracias a su dilatada experiencia en el mercado de jóvenes talentos.

Muchos le tiran en cara sus fallidos fichajes provenientes de Londres por falta de experiencia, cualidades…etc, pero veamos la plantilla del Hamburgo: Diekmeier, Aogo, Sternberg, Sowah, Stepanek, Besic, Nagy, Kevin Ingreso, Tesche, Bertram, Tolgay Arslan y Heung Min Son. Unos provenientes de la cantera, otros fichados temporadas atrás, pero todos pertenecientes al primer equipo antes de la llegada del danés. Y casi todos ellos sin experiencia en primera división e incluso algunos, con cualidades más que dudosas. Aun así, en ciertos coros de opinión pesan más los fichajes de Mancienne (un autentico fracaso) Töre (un jugador inteligentísimo tácticamente y con unas cualidades excepcionales) Jacopo Sala (una incógnita) Bruma (posiblemente el mejor de todos) y Rajkovic (el mejor del equipo en los últimos encuentros). De sus cinco niños londinenses, tres son cedidos, aunque con opción de compra.

Una revolución demasiado precipitada: El Hamburgo está pagando sus propios errores. Por las disputas internas de poder se negó a realizar escalonadamente una inevitable remodelación de la plantilla viéndose obligado ahora a afrontarla de golpe. El roster ha sido despojado de referentes, de jugadores con experiencia y de toda fiabilidad. Y todo porque la entidad, acuciada por sus continuos fracasos, se ha visto despojada de bonus televisivos tras pasar dos años fuera de Europa, que unido a un gasto excesivo en el pasado en jugadores poco rentables y fichas desorbitadas a profesionales de dudoso compromiso le obligaron a apostar por el coste cero y la juventud.

Así que era capital este verano reducir la masa salarial del primer equipo para adecuarse a la nueva realidad. Un cambio brusco que ha llevado al club de la noche al día a desprenderse de todos sus líderes: Frank Rost, Ze Roberto, Mathijsen, Trochoswski, Pitroipa, Elia, Van Nistelrooy..etc. Aun así, la habitual temeridad de la que hacen gala los dirigentes del futbol les llevó a vender un proyecto ilusiónate con el que aspirar a todo, aprovechando el tirón de equipos como Dortmund (del que se obvió que estuvo casi cuatro años pasándolo muy mal hasta que sus jóvenes talentos adquieron la madurez suficiente) y Nürnberg, referentes de una política que les ha llevado al éxito apostando por las bases. ¿Se podría haber fichado mejor con tan poco dinero?, realmente difícil, aun así Ivo Illicevic, uno de los mejores delanteros de la Bundesliga, ha recalado en el equipo para reforzar el ataque, todo un jugador de garantías que se une a los pocos veteranos con los que cuenta el equipo: Westermann, Petric, Guerrero y Jansen.

Así se encuentra la entidad. Ultimos en la Bundesliga con un solo punto en seis jornadas y con un equipo sin experiencia en primera y acostumbrados a jugar sin público, sin presiones por el resultado, ni a soportar entornos exigentes que los sometan a juicios sumadísimos constantemente. En esas condiciones jamás hubo que apostar por un entrenador cuasi insulso, de dudosa preparación y menos entereza.

Este equipo necesita un maestro, un padre, y un líder que les enseñe a controlar sus ansiedades, que transmita tranquilidad y les de apoyo, que les aleccione y les haga mejorar como profesionales desde el rigor táctico. Cualidades que Michael Oenning ni tiene ni tendrá. Y errar por segunda vez en una elección tan vital como esta puede llevar al Hamburgo a la más grande de las tragedias: descender de categoría por primera vez en su historia. Quizá por eso a estas horas Huub Stevens es el candidato numero uno en todas las quinielas. Sin duda toda una garantía, un hombre capaz que ya dirigió al club hace dos años y con el que pudimos ver a uno de los mejores Hamburgos que se recuerdan. Apostar por otro perfil seria un tremendo error.

9 sept 2011

Ciudadano Magath.

Félix Magath contaba con una reputación inquebrantable en el fútbol germano. Rezumaba admiración por una hoja de servicios impoluta. Allá donde fue siempre triunfó, acabó siendo adorado por sus aficionados y dejando un reguero de respeto y amistad con aquellos dirigentes con los que había trabajado. Llegó al Wolfsburgo tras abandonar por la puerta de atrás el Bayern de Munich, un pequeño infierno donde la salida de Beckenbauer dejó vía libre a la intromisión crónica de Hoeness, que sin un Kaiser que le atara en corto, ha ido rompiendo con impunidad todos los códigos no escritos del fútbol.

En el equipo de la Volkswagen, con humildad y sin hacer demasiado ruido, alcanzó la gloria conquistando el titulo de liga. Una guinda a una carrera exitosa que dotó de épica a un currículum plagado de nombres ilustres. Magath iba camino de emular a los referentes históricos en los banquillos de la Bundesliga, hasta que se cruzó en su camino el Schalke.

En el Veltins su receta volvió a dar sus frutos. Un Kuranyi casi retirado rejuveneció 10 años dando lo mejor de si desde su salida del Stuttgart (donde curiosamente coincidió con Magath) Farfán dejó atrás sus problemas con el alcohol, perdió 15 kilos, y corrió la banda como jamás lo había hecho. Rafinha dejó de ser un insulso lateral para convertirse en aquello que siempre apuntó que era, un gran carrilero. En el Schalke había conseguido resucitar a una tropa de muertos incapaces de correr por el excesivo peso de sus cuentas corrientes. En el ultimo encuentro de la temporada, ya sin opciones reales de conquistar el titulo tras su derrota ante el Werder, el Veltins despidió en pie y en una atronadora ovación a su entrenador, que solo acompañado por sus inseparables gafas, dio una vuelta de honor en loor de multitudes.

A partir de ahí, la locura. Magath pedía refuerzos sin parar, obsesionado en su cruzada para devolver a la cuenca minera un titulo ligero tras 50 años de sequía. Poco le importó que la crisis se hubiera llevado por delante la empresa gerenciadora de los palcos VIP del estadio, provocando unas perdidas de 22 millones de euros que dejó a la institución en una situación limite. El entrenador exigía en todas y cada una de sus comparecencias publicas 30 millones para reforzar un equipo que le permitiera conquistar el mundo. Enfrentado al club, desmanteló la columna vertebral del equipo para conseguir dinero que reinvertir en jugadores nuevos, provocó dimisiones de directivos y dirigentes, y un enfrentamiento directo y publico con su presidente. Iniciada la liga, apenas tenia su equipo configurado, con escasos días de entrenamiento y una plantilla que no se conocía entre si. Los resultados fueron evidentes, los mineros firmaron su peor arranque de liga en 20 años.

Las ansias por refuerzos de Magath no cesaron, y en el mercado de invierno volvió a la carga. La masa social, en un principio posicionada de forma inquebrantable con su entrenador, fue virando su adhesión hasta romper relaciones. La FanKurve se vistió de blanco bajo el lema “somos un pequeño grupo de gente” en respuesta a una desfachatez de Magath ante aquellos que criticaban sus enfrentamientos internos. Pronto, las asociaciones de aficionados mostraron su preocupación lanzando una carta publica atemorizados por la peligrosa política de gasto que el “ mánager” había emprendido. Sin apoyos, ni resultados, llegó su destitución. Entre medio, decisiones absurdas, como hacer entrenar al equipo en pleno invierno a las 8 de la mañana, multas de 5000 euros a jugadores por perder balones en los partidos o no convertir ejercicios en los entrenamientos. Pura esquizofrenia.

Su segunda etapa en el Wolfsburgo no ha mejorado. Continua fichando sin parar, multando a jugadores por no recorrer cierta cantidad de kilómetros durante un partido, apartando a otros de la disciplina del club sin causa aparente y exigiendo dinero y más poder cada vez que tiene un micro delante. Este nuevo y enloquecido Magath ha encontrado en la prensa alemana su principal enemigo. Der Westen ha iniciado un debate nacional bajo el titular “¿Hay que parar a Félix Magath?”, su primera entrega, en dos editoriales enfrentadas entre el propio diario y el rotativo “RevierSport” le dedicó al entrenador epítetos como “el ultimo dictador de Europa”, “director de grupos desquiciado y sin ideas”, haciendo especial incidencia en los más de 80 jugadores que ha comprado en las dos ultimas temporadas, a colación de las insinuaciones que muchos sectores en Alemania han lanzado sobre posibles intereses en las comisiones y plusvalías en los traspasos que pudiera esconder. Por si todo esto no fuera suficiente, ex-jugadores suyos, como Lahm o Rafinha, en los últimos días han salido a la palestra criticando las artes nocivas de Magath a la hora de gestionar grupos de élite.

La empresa matriz del Wolfsburgo salió ayer a defender a capa y espada a su gerente. La automovilística respalda todas y cada una de las decisiones del entrenador, incluso aquellas de pedir cinco nuevos jugadores cuando se abra el mercado invernal. El tiempo dirá si la comparecencia publica del director general de la Volkswagen para mostrar su incondicional adhesión al entrenador es una pose o toda una declaración de intenciones, de momento, el mega-multimillonario proyecto de Félix en la casa de los Lobos no da resultados. El palacio que construyó el Ciudadano Kane, sigue frío y vacío, solo golpeado por los estruendosos sonidos de su desafiante esposa, una torpe cantante de opera.

5 sept 2011

Tag der legenden.

Una vez al año en la república independiente de Sankt Pauli se dan cita los mayores astros del fútbol vintage alemán. Un acto social con fines solidarios que cumple una doble función, no solo busca ayudar a los más necesitados, sino también acercar a las nuevas generaciones las leyendas que hicieron grande al fútbol alemán. Un acto donde jóvenes y mayores viven juntos la pasión por el deporte y donde familias enteras descubren unidos la historia de unos hombres que sacaron al fútbol teutón del amateurimo para alcanzar la mayor de las glorias.

El culto al mito. El Millerntor como escenario de tan sacro acto, ya convertido en tradicional a pesar de sus escasos seis años en liza, acoge una oda a la historia, una exaltación al jugador leyenda, donde se dan cita desde Uwe Seeler hasta Kevin Keegan. Nadie rehúsa la invitación cuando Tag de Legenden les llama para poner el colofón a todo un año de acciones sociales.

Y es ese, y no otro, el verdadero leitmotiv del acto. La asociación sin animo de lucro es la cara amable de un entramado solidario agrupado en el proyecto Nest Werkev, una fundación que ayuda en toda Alemania a los jóvenes en situación de exclusión dándoles una segunda oportunidad a través del deporte, una excusa, para arrancarlos de la calle, de las drogas y del pandillismo. Nest Werkev recorre todo el país haciendo uso de las leyendas balompédicas de la región de turno para captar a los más necesitados y atraerles con un balón de fútbol a un complejo educativo donde encontrar la redención necesaria para encauzar sus desestructuradas vidas.

Esos jóvenes, en el día de las leyendas, ponen fin al curso - aunque este año ha servido para iniciarlo - compartiendo con los iconos del fútbol nacional un partidillo ante más de 15 mil espectadores, donde la recaudación y donaciones del público asistente se destina a la construcción de canchas de fútbol, a la rehabilitación de locales abandonados donde se construyen centros de ayuda, polideportivos y escuelas donde dar cabida a los integrantes del proyecto, que cuentan al menos una vez al mes, con una exclusiva clase, en ocasiones charlas, impartidas por una vieja gloria.

Todo lo que acontece en Hamburgo una vez al año no es más que la guinda a un pastel de múltiples alturas. Las exposiciones históricas, las casetas con juegos para niños, los barracones donde familias enteras se paran a comer, las carpas donde se pueden ver videos históricos, trofeos y enseres varios que un día fueron protagonistas en algún acto histórico, la gala de la noche anterior entre personalidades, y el partido final entre viejas glorias, no son más que una excusa para dar gracias a todas las leyendas que colaboran, a todos los profesores y monitores que durante un año dan todo lo que tienen en aras de ayudar a unos jóvenes en peligro, y aquellos adolescentes que gracias a Nest Werkev han dejado la calle o las drogas para volver a la sociedad convertidos en personas de provecho.

2 sept 2011

El peor HSV de la historia.

No es el primero, ni será el último, inicio de campeonato horrendo que ha protagonizado la entidad hanseática, pero sí el peor. Solo en tres ocasiones el club del diamante firmó un arranque de campeonato similar, pero jamás fue tan malo en puntuación ni en goles encajados. El primer inicio escabroso data de 1972. Al frente del equipo estaba el peculiar Klaus-Dieter Ochs, que paseó durante seis jornadas a sus muchachos por el farolillo rojo con solo cinco puntos en el casillero. No encontraría la redención hasta la novena jornada siendo su primer triunfo ante el Bochum por 2-1, un triunfo estéril que no sirvió para relanzar al equipo, que finalizó el campeonato de forma discreta y que acabaría con la desvinculación de Ochs tras tres temporadas y media de buenos resultados.

Más de treinta años tuvieron que pasar para volver a sufrir una situación similar, el bueno de Kurt Jara en 2003 no sumó su primer triunfo como responsable del equipo hasta la jornada seis, aunque contaba en su casillero con tres empates en las primeras cuatro fechas, situándolo muy por encima del pírrico punto que marca la actual clasificación. Aunque el austriaco no tendría demasiado futuro al frente del equipo, Toppmöller le sustituyó tras hacer el ridículo en la UEFA ante un desconocido equipo ucraniano, coronando la “hazaña” con una humillante derrota en casa por 0-4 ante el Kaiserlautern. Aquella temporada finalizaría el club en octava posición, obteniendo el billete para la intertoto.

El ultimo precedente cuenta con la inconfundible firma de Thomas Doll, aquel nefasto entrenador que acabó la primera vuelta del campeonato (2006) como colista de la Bundesliga. Antes del parón invernal el club no vio sumar sus primeros tres puntos hasta la octava jornada, pero una vez más, superó los actuales registros en las primeras cuatro fechas. Tras el parón la situación no mejoró y las alarmas, como es lógico, habían reventado ya de tanto sonar. Huub Stevens se hizo cargo del equipo en febrero de 2007 y protagonizó una remontada espectacular, con Van der Vaart como principal protagonista, hasta situar al equipo en una cómoda séptima posición. Por el camino se habían firmado victorias épicas ante el Schalke en el Veltins Arena, ante el Bayern en Munich y en Bremen ante el Werder.

De momento, y tras firmar el peor arranque liguero en la historia del “dinosaurio” (único club que ha jugado siempre en primera división) la preocupación sigue latente a pesar de los incesantes mensajes de calma que ha lanzado la institución y algunos mitos del club, entre ellos, Hrubesch , que sorprendentemente advirtió el pasado miércoles de que “ la situación no es para tanto” y se mostró confiado en “que el HSV saldrá adelante.” A expensas de encontrar la salida, Arnesen no cesa en su empeño de incorporar futbolsitas. El último en llegar, y se espera que en el mercado de invierno vengan más, es Ivo Illicevic (Kaiserlautern) , que formará pareja de ataque con Mladen Petric tras el parón por los compromisos internacionales de las selecciones.

Aunque como bien se apunta en todos y cada uno de los rincones de la ciudad, más que problema de jugadores – donde los hay muy buenos – el principal defecto de este equipo está en el banquillo. Para iniciar un proyecto con jóvenes jugadores, muchos de ellos sin apenas experiencia en primera división, y en una plantilla despojada de referentes, hace falta un técnico con personalidad, con un método de trabajo definido y con las ideas claras. Y Michel Oenning, desgraciadamente, es todo lo contrario a eso.

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