Sin embargo no estamos acostumbrados a que sean los aficionados quienes exijan la contratación de un jugador de referencia para el ataque de su equipo. Los aficionados del Eintracht Trier, cansados de que su hombre gol, Chhunly Pagenburg, a pesar de sus 16 goles en 19 partidos, esté constantemente lesionado, han visto la necesidad de incorporar un segundo jugador de más enjundia. ¿Pero cómo, si el club no tiene dinero?.
En la maravillosa Alemania, donde el fútbol sigue siendo de la gente, donde invitan a los suyos a participar de la vida de las entidades en lugar de tratarlos como meros consumidores ocasionales, y estorbos durante la generalidad del tiempo, sus partidarios han conseguido hacer realidad el sueño de cualquier amante del balompié digital: tirar de barra de bar, de litros de cerveza y unas cuantas horas de discusión y recoger el dinero suficiente para fichar el jugador que les hace falta.
En apenas una mes han reunido más de 120000 euros, una cantidad modesta para las exageradas cifras que se manejan en la élite, pero bastante respetable teniendo en cuenta que el Eintracht Trier, alejado de sus días de gloria, se encuentra en la cuarta división del fútbol alemán. A este ritmo, las donaciones populares pueden alcanzar los 200 o 250 mil euros necesarios para fichar al delantero que haga temblar a Chhunly Pagenburg y su capacidad innata para la irregularidad.
Daniel Emanuel, representante del supporters-club que ha puesto en marcha esta iniciativa es claro al respecto: "el ascenso salvaría gran parte de los problemas de la entidad, estamos bien, somos un equipo decente y nuestras aspiraciones son realistas, pero un goleador de nivel nos haría aspirar a más". Pagenburg no es precisamente cojo, sus actuaciones rayan la excelencia visto el nivel medio del equipo y es habitual verle fabricar sus propios goles ante el boicot constante de sus compañeros, empeñados en mandarle balones que cualquier día de estos lo matarán y se podrá escribir que murió víctima de fuego amigo, como si se tratase de un militar chusco en una guerra surrealista.
La población de Trier al completo está participando, incluso aquellos que no tienen al club entre las preferencias de sus vidas, han puesto su granito de arena. Para incentivar las donaciones este grupo de románticos del PC Fútbol obsequian con regalos a los contribuyentes, por 50 euros recibes una maravillosa insignia, por 100 una bufanda, y a partir de 200 una camiseta firmada por todo el equipo o un pase de temporada en la fankurve, para sudar esos litros de cerveza ingeridos antes de los encuentros y perder a base de saltos y gritos esos kilitos de más acumulados por la falta de presupuesto para acudir al gimnasio.
¿Y quién será el elegido si triunfa la iniciativa? eso depende del entrenador. Los hinchas del Eintracht Trier no pretenden inmiscuirse en la elección, tan solo en amasar el dinero suficiente para que su sufrido entrenador, Roland Seitz, sea quien se pegue el festín, pudiéndole gritar en la cara a su tacaño presidente que por fin va a poder tener el delantero que jamás le quiso traer. Y este, evidentemente, estará encantado. Para ello han habilitado una web donde a través de PayPal todo aquel que quiera hacer felices a los partidarios del club puedan hacer sus donaciones, en ella, se ve una especie de marcador que indica el volumen de recaudación, y si nos guiamos por este, podemos ver que apenas están a 'tres rayitas' de poder permitirse un 'crack' en lugar de conformarse con simple buen delantero.
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