21 ene 2011

Fiebre asiática con historia.

Con el sonado éxito de Kagawa parece haberse instalado una especie de fiebre nipona en la Bundesliga. Sin ir mas lejos esta semana el Colonia ha contratado al internacional japonés Tomoaki Makino, uno de sus refuerzos invernales con los que pretende escapar del descenso. Repartidos por todo el país encontramos a múltiples jugadores asiáticos en los equipos alemanes, hasta en la segunda categoría, donde el simpático Jong Tae-Se, tras alcanzar la fama en el pasado mundial, fichó por el Bochum, uno de los equipos que históricamente siempre se ha fijado en el mercado oriental. No solo de japo-coreanos han vivido los clubes, el fútbol teutón siempre ha sido un avanzado en la contratación de jugadores exóticos, recordemos aquel gran Arminia Bielefeld de finales de los noventa capitaneado por Ali Daei, el primer iraní en jugar en las grandes ligas, que posteriormente fue vendido en un traspasado récord al Bayern Munich. Aprovechando que están de moda, hagamos un breve repaso histórico sobre futbolistas orientales en Alemania.

Yasuhiko Okudera, Japón
1977-1986 FC Colonia – Werder Bremen

Okudera es el primer jugador profesional japonés que desarrolló su carrera en Europa, y el primero en pisar tierras alemanas, por eso, su figura es una de las reseñas históricas en el fútbol nipón. Firmó su primer contrato en el verano de 1977, y esa temporada seria uno de los hombres clave en el doblete de liga y copa que conseguiría su club, marcando el gol decisivo ante el St-Pauli que evitó que la goleada por 12-0 del Borussia Mönchengladbach sobre el Dortmund le diera el titulo a los potros gracias a la diferencia de goles. Un año después, en las semifinales de la Copa de Europa ante el Nottingham Forest, seria el autor del gol que supuso el empate a tres en el partido de ida, un resultado importantisimo que las cabras no supieron aprovechar en la vuelta, siendo derrotados por 0-1. En 1985 firmaría por el gran Werder Bremen de los 80, comandado por Otto Rehhagel, donde permanecería solo una temporada.

Cha Bum-Kun, Corea del Sur
1978-1989 Eintracht Frankfurt, Bayer Leverkusen

Solo un año después de la llegada del primer japonés a territorio europeo, se produjo el desembarco del primer sur-coreano. Kun se enroló en las filas del Eintracht en 1979, solo un año después de destacar en el Darmstadt 98, equipo en el que militó solo una campaña por verse obligado a regresar a su país para realizar el servicio militar. Aquel equipo, campeón de la UEFA tras eliminar en la final al gran Gladbach, ganó una competición que contó con cuatro semifinalistas teutones, siendo un coreano su mejor hombre. Aquel menudo, rápido, técnico y en apariencia frágil mediapunta anotó 44 goles en 122 partidos en Frankfurt. Sus numeros en Leverkusen, con el que firmó en 1985, no se resintieron, 52 goles en 185 partidos. Tal calcada fue su aventura, que en 1988 volvió a ser campeón de la UEFA con el equipo de la aspirina. El jugador dejó tal huella allá donde fue que actualmente en el Commerzbank-Arena todavía existe una peña con su nombre.

Kazuo Ozaki, Japón
1983-1989 Arminia Bielefeld – St.Pauli – Fortuna Düsseldorf

El segundo japonés en desarrollar su carrera en Alemania no pasaría a la historia por ganar títulos o por ser el primer asiático en anotar un gol en la Copa de Europa. Más bien, este inmortalizaría su nombre por ser el primer jugador en llevar una mascara. En un encuentro de liga en 1984 ante el Schalke el futbolista con una fractura en la nariz, estrenó la modalidad de llevar protección en el rostro sobre un terreno de juego. Al igual que pasará con Okudera, Ozaki caló entre el publico por su simpatía y desparpajo, llegando a hacer sus pinitos en la televisión alemana. A pesar de ser un jugador discreto en lo futbolistico tuvo un papel importante en equipos modestos.

Kim Joo-Sung, Corea del Sur
1992-1993 Bochum

Los dos primeros orientales hicieron historia. Los dos siguientes, pasaron desapercibidos. Curiosamente el segundo sur-coreano en visitar las frias tierras alemanas apenas duró una temporada en el campeonato germano. El éxito de Joo-Sung fue plenamente en su continente, donde fue elegido por tres años de forma consecutiva como el mejor jugador asiático. Llegó al Bochum ya con una edad, convirtiéndose en el típico jugador revulsivo de las segundas partes.

Yang-Chen – China
1998-2001 Eintracht Frankfurt.

El primer chino en jugar en Alemania. Este jugador, junto a Takahara, es al único que he visto jugar. Todavía recuerdo el partido de su debut ante el Bayern de Munich. Aquel Bayern de 1998 del que se decía que solo un equipo formado por sus suplentes le podría plantar cara. Arrasó literalmente aquella temporada. Sin embargo la única derrota del equipo bávaro se produjo en el viejo estadio de Frankfurt, 1-0 , con la participación del jugador chino en la segunda mitad. Aquel Eintracht era un recién ascendido que venia de vivir una era catastrófica, una enfermedad que a finales de los 90 acabó con grandes potencias como el Colonia, el Kaiserlautern o el propio Borussia Mönchengladbach, desastres de los que todavía no se han recuperado.. y continúan arrastrando las secuelas. Yang-Chen fue un jugador discreto, participó poco en sus tres temporadas en Alemania.

Lee Dong-Gook, Corea del Sur.
2001 Werder Bremen

Otro fracaso. El sur-coreano apenas disputó siete partidos. Todos desde el banquillo y sin apenas minutos de los que disfrutar. Su única anécdota destacable es la que protagonizaba cada vez que tenia que saltar al terreno de juego. El traductor junto a Thomas Schaaf , dándole instrucciones al futbolista, formaba una simpática imagen. Ese es el único legado que dejó de sus pocos meses en Bremen.

Naohiro Takahara , Japón
2003-2007 Hamburgo – Eintracht Frankfurt.

Existen goles de Takahara con el Hamburgo y de alguno me acuerdo. Aquel extraño HSV de principios de siglo con jugadores tan icónicos como el danés Tofting, con su abultada musculatura, o del iraní Madhiavika, gran amigo del belga Mpenza, el delantero sin gol. Sin olvidar la simpática equipación de FILA con el patrocinio de TV-SpielFilm. El éxito de Takahara se fraguó en Japón, en las filas de Jubilo Iwata consiguió anotar 26 goles en 27 partidos, siendo nombrado el mejor jugador del año en su país. La contratación por parte del Hamburgo fue puramente comercial, al inicio de siglo la fiebre por el oro asiático empezaba a contagiar a los clubes europeos. Su participación fue discreta en las primeras temporadas, ganando protagonismo gracias a algunas lesiones y al bajo nivel de aquel equipo. Fue de los pocos futbolistas que hizo la transición del VolksparkStadion al por entonces AOL Arena (Actual Imtech). Abandonó el equipo para fichar por el Eintracht donde ganó peso especifico. El jugador acabó en argentina, enrolado en las filas de Boca Juniors.

Shao Jiayi, China
2003- (...) Munich 1860 – Energie Cottbus.

Este pequeño chino resultó ser el bueno. Todavía continua en Alemania, y a pesar de ser centrocampista anotó nueve goles en sus primeros 50 partidos. La transformación del jugador ha ido acorde a su físico. A su llegada tenían que anudarle pesos en las piernas para que no fuera arrastrado por el viento. El cuasi esquelético futbolista ganó musculatura y prestaciones, llegnado a ser uno de los traspasos más altos de la segunda división en 2006. Su estancia en Cottbus, donde continua, va viento en popa.

Ahn Jung-Hwan, Corea del Sur
2005-2006 Duisburgo

El David Beckham coreano. Este jugador, casado con Miss Corea, y uno de los iconos pop de la cultura oriental, fue uno de los jugadores revelación de la selección de Hiddink en el mundial de 2002. Su traspaso al Perugia Italiano fue sonado, donde hizo sus pinitos, formando parte de la ultima gran etapa del club en la Serie A. Tras el mundial, regresó a Asia, siendo traspasado en 2004 al Yokohama Marinos, trampolín que le sirvió para voler a Europa, esta vez al Metz Francés. En 2006 jugaría en Alemania para el Duisburg donde no consiguió adaptarse.

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