25 may 2011

Y al séptimo intento ascendió el Dynamo.

Sufrido, agónico, inesperado.. como todo en el Dynamo. Los sajones han conseguido un ascenso sonado, un balón de oxigeno que permita la supervivencia económica de la entidad, ya preparada para vivir otro descenso administrativo al no poder hacer frente a los 2 millones de euros necesarios para paliar sus perdidas, que le habrían llevado a no poder renovar la licencia en la 3.Liga. Tuvo que ser en la prorroga, y remontando un 1-0 adverso durante los 90 minutos reglamentarios. El equipo del este ya se mostró superior al Osnabrück en el partido de ida pero un desafortunado gol en propia meta de Jungnickel dio al traste con las ilusiones de un regreso al fútbol grande. Pero el Dynamo es así de camaleónico, nunca sabes lo que te va a deparar. Pocos podíamos imaginar que se conseguiría el ascenso, otro año más en el Rudolf-Harbig el inicio de campeonato fue desastroso, alejado en la jornada seis a once puntos de las plazas de honor, obligando al equipo de Matthias Maucksh (ya ex entrenador) a iniciar una escalada sin cuartel.

La remontada se puede decir que fue espectacular, llegó a estar cuatro meses sin perder un partido, pero las diferencias obtenidas en las primeras jornadas – unido a un ritmo frenético de los tres primeros clasificados – hacían imposible reducir las diferencias. Hasta que llegó el esperado desplome del Kickers, que por segundo año consecutivo se queda sin ascenso en el ultimo mes de competición. No todo fueron rosas en la consecución de la tercera plaza, tras meses de lucha encarnada el equipo volvió a encadenar cuatro derrotas consecutivas que amenazaron con tirar por la borda todo el trabajo realizado. El 1-0 en Rostock fue la gota que colmó el vaso, significando la destitución del entrenador. A falta de siete jornadas, poco hacia presagiar que se pudieran recuperar los seis puntos de distancia granjeados durante el ultimo mes negro. Pero al club le funcionó su arriesgada apuesta. Seis victorias ( cinco de ellas consecutivas ) en las ultimas siete jornadas , y sin ninguna derrota, le valieron al Dynamo para encaramarse a la promoción de ascenso con una victoria agónica en Offenbach (2-3) que certificó en el tramo final ,haciéndole recuperar la tercera plaza tras dejarse remontar un 0-2 favorable.

Con la irregularidad de este equipo (es común en ellos encadenar meses sin perder un partido , para pasarse otros tantos sin ganar uno ) el empate granjeado en el Harbig se convirtió en un elemento más para alimentar el pesimismo crónico de los aficionados aurinegros. Aun así los más fieles se desplazaron a Osnabrück para presenciar el encuentro, y regresarán a casa habiendo vivido un ascenso histórico. Vuelta a la segunda categoría (ultima participación fue en 2006) tras una era de cinco años de penurias donde el club se vio relegado varias categorías por sus crónicos problemas económicos. La construcción del nuevo estadio estaba llamado a elevar las aspiraciones de la institución, siendo la primera piedra de un proyecto que pretendía devolver al Dresden a la Bundesliga. Pero el primer año el fracaso se cernió sobre el proyecto, y un segundo en la 3.Liga empezó a hacer mella en las arcas del club, teniendo que ser “rescatado” por el Ayuntamiento para poder renovar su licencia. Esta temporada, la tercera, la carga de tener un estadio cuatro estrellas en una categoría tan baja, se había convertido en insostenible, de no conseguir el ascenso el equipo sajón habría vuelto a sufrir su enésimo descenso en los despachos. Otra cosa no, pero este club solo ha descendido deportivamente dos veces en veinte años. Sus 8 descensos restantes han sido por motivos financieros.

¿Y ahora que? Futuro!. Equipos como el Aue, o el Unión Berlín consiguieron su ascenso de forma sorpresiva, sin planificación ni base alguna, y aun así su aventura en la categoría de plata ha sido espectacular, llegando a luchar por el ascenso (el Aue fue campeón de invierno este curso). El SGD cuenta con una plantilla joven de mucho talento, destacando jugadores como Esswein (1990) Schahin (1989) (autor de un gol anoche) Sebastian Schuppan o el defensa Maracel Frank (1993). Jugadores, muchos de ellos internacionales, que se han aprovechado de la creación de la 3.Liga, un proyecto de la federación alemana para que los menores de 23 años pudieran formarse en una categoría profesional, y que está dando sus frutos, ya que desde la creación de esta división (2008-09) equipos punteros de la Bundesliga no han dejado de fichar talento juvenil a buen precio. Con el aumento de los ingresos del club (se multiplicarán por cinco) y con una base de jugadores con mucho futuro, la presencia en la 2.Bundesliga se afronta desde el optimismo. Por fin el Dynamo vive días de felicidad.

2 comentarios:

cityground dijo...

Me alegro del ascenso del Dinamo Dresde, a ver que tal le va en la Bundesliga 2, seguro que es lo de los que mas aficionados llevan al estadio.

Y el Magdeburg se salvo en la Regionalliga, espero que pronto siga los pasos del Dinamo.

THB dijo...

la miseria del pobre, ya nos han robado jugadores, el Nurnberg entre otros!!.

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