14 ago 2011

Salbekken al Colonia.

Con apenas 180 minutos disputados en la presente temporada las urgencias ya han hecho acto de presencia en el Colonia. Su deplorable imagen en el último encuentro de liga - que casa con la dada en el estreno ante el Wolfsburgo - ha disparado todas las alarmas. El equipo, desorientado y desdibujado sobre el tapete del Veltins-Arena, rozó la humillación, y como no podia ser de otra manera, salió goleado con un 5-1 que incluso se merece el calificativo de “resultado corto”. A pesar de todo, la postura del noruego, al menos públicamente, es de plena autocrítica: “No perdemos por errores individuales, sino colectivos, y en eso tengo la culpa yo. Hay muchas cosas que son nuevas para ellos, ha sido un cambio brusco respecto a lo que estaban acostumbrados, necesitan más tiempo para asimilar conceptos.” Aunque puede que la verdadera razón de la preocupante imagen que está dando la entidad resida en algo mucho más profundo que una mala asimilación del método Solbakken: “Soy consciente de que la presión sobre mi figura es alta, pero confío plenamente en mi trabajo, lo que me preocupa es la situación del equipo, no la mía”

El diario BILD ya le sitúa en sus quinielas como el primer técnico en ser destituido en la presente temporada, y no es para menos, ya que la visita del Kaiserlautern al Rhein-Energie-Stadion se presenta como un plebiscito. Y es que el ex del Copenhague entró como un elefante en una cacharrería. Su primera decisión fue desposeer del brazalete de capitán a Podolski, ídolo local y jugador formado en la casa. Un acto que ha podido desencadenar una reacción en cadena de consecuencias imprevisibles (o tal vez, no tanto). La actitud del internacional desde que tuvo que adoptar su nuevo rol en el equipo ha sido de pasotimos dentro del terreno de juego y de beligerancia fuera de el, lo que según informaciones de la prensa local, habría contribuido en el estallido de un núcleo opositor en el vestuario que habría visto como una falta de respeto la decisión de desposeer al jugador de la capitanía.

Las estadísticas publicadas por el diario Kicker hablan por si solas: Poldi fue el jugador que menos kilómetros corrió de los 22 situados sobre el terreno de juego, incluso lo superan compañeros que apenas disputaron 30 minutos. Cuando las cámaras están presentes en los entrenamientos del equipo se puede ver, curiosamente en 9 de cada 10 ocasiones, a Solbakken y Podolski "conversar" amistosamente (aunque el jugador solo escucha) mientras realizan una suave carrera de calentamiento, un dialogo poco fluido que esconde tras de si una falta de entendimiento con el grupo bastante acuciada, lo que en dichas condiciones, nos deja pocos escenarios posibles, y la mayoría de ellos, nada halagüeños.

Semana (in)Feliz del Bayern.

Con un gol en el minuto 91, y tras ser agasajado con un error arbitral que anuló un gol legal del Wolfsburgo en la primera mitad, finalizó el Bayern su peculiar semana negra. La derrota ante el Gladbach inició un proceso de inestabilidad que se ha cerrado con los primeros tres puntos del campeonato. Primero fue Ribery, quien en sala de prensa, pidió a sus compañeros más ambición y exigencia tanto dentro como fuera del campo, y es que resulta insólito que los integrantes del equipo bávaro tengan miedo a hablar abiertamente de objetivos ambiciosos, últimamente la palabra “campeón” ha desaparecido de forma misteriosa del vocabulario muniqués. Como colofón, Heynckes , quizá de forma premeditada, abroncó a los jugadores en la sesión preparatoria de puertas abiertas que se organiza una vez a la semana. Una arenga publica para espabilar a sus muchachos, ya que por lo visto, las cosas por Baviera tampoco pintan de color de rosa en este inicio de liga, en estas condiciones la eliminatoria ante el Zurich en la previa de la Champions se han convertido en una final. Cualquier cosa que no sea una holgada victoria, traerá cola en el Allianz Arena.

En Hamburgo se busca portero… y quizá jugadores adultos.

Apostarlo todo al talento “juvenil” tiene sus cosas buenas, y también sus puntos negativos. El HSV no ha tenido el inicio esperado, aunque su juego ante el Hertha mejoró sustancialmente respecto al estreno liguero. La falta de experiencia puede pesar en momentos complicados durante un encuentro. Aunque esta vez que se escaparan dos puntos del Imtech Arena tiene más que ver con un error garrafal de Drobny, el guardameta cometió un error de bulto en un corner intranscendente que acabó con el 2-2 en le marcador, tirando por tierra el dominio palpable durante el encuentro del equipo de Michel Oenning.

Y el Gladbach?, muy bien gracias.

Los Potros fueron líderes de la Bundesliga durante cinco minutos. El tiempo que trancurrió del 1-0 (penalti, Daems) al error colectivo, e impropio de un equipo que quiera aspirar a algo más que luchar por la permanencia, que dejó en bandeja a Cacau el empate de su equipo. Quizá este Gladbach-Stuttgart haya sido el mejor partido de la jornada, con unos visitantes que dieron muestras de ser mucho más equipo de lo que los nombres indican y con los pupilos de Lucien Favre demostrando sus ganas de romper con los tópicos y firmar un gran año. Con ese punto de oficio que les faltó en estos momentos el Borussia sería junto a Mainz y Hannover (cuidado con estos dos) los únicos equipos de primera en haber sumado los seis puntos en las dos primeras jornadas.

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