La primera mitad finalizó sin goles solo gracias a la actuación de Neuer y a los palos. Magnifica falta directa lanzada por Van Nistelrooy (hombre del partido) que se estrelló en la madera. Aunque el balón en aquellos momentos era propiedad de los mineros, el peligro y el dominio del juego corría a cargo de los locales. La presencia en ataque del equipo de Félix Magath fue más bien escasa durante los 90 minutos. Durante la primera media hora solo un hombre, Rakitic, llevó peligro al área de Frank Rost, eso si, con disparos de larga distancia, de los que dio buena cuenta el veterano portero del Hamburgo.
Los seguidores del Schalke tienen que estar bastante decepcionados por la imagen ofrecida por su equipo, se le pide mucho más a uno de los principales aspirantes a ocupar el trono del Bayern. En el bando local, que es el que nos interesa, destacaron sobre manera dos hombres, Pitroipa y Elia. El primero llegó el pasado curso a Hamburgo, procedente del Karlsruhe, despertando gran interés por sus condiciones. La adaptación no fue demasiado positiva, un año de altibajos y demasiados claros-oscuros. El partido de ayer nos mostró a otro "Pitro", más maduro y vertical. De Elia no cabe destacar nada que no se haya destacado desde su llegada. Un autentico puñal por la izquierda, velocidad, profundidad, clase... lástima que gran parte del pasado año se lo pasara fuera de juego por una lesión de tobillo que le trajo de cabeza.
Lo más sorprendente de la primera alineación del tándem Veh-Oening fue la exclusión de Kacar, que debutó ya en la recta final. Ze Roberto y Jarolim continúan comandando el centro del campo de forma magistral, pero como se demostró la pasada campaña, no tienen gasolina para llegar a la recta final del campeonato en plena forma. Demel (que estuvo apunto de estropear su sorprendentemente buen partido) y Jansen ocuparon los laterales. Heiko Westermann, capitán, debutó rindiendo a un gran nivel.
En el 78 fue expulsado Höwedes por parte del Schalke, hasta ese momento el partido era plenamente dominado por el HSV. Con el marcador a favor, y contando el rival con un jugador menos en el minuto 80, los locales se relajaron. Adormecimiento del que se contagiaron los mineros, que se encontró con el gol del empate (Farfán) casi sin querer. Una falta lateral muy mal defendida por los locales acabó en el fondo de las mallas. Un resultado que no habría hecho justicia al fútbol desplegado por unos y por otros. La reacción del equipo del diamante fue evidente, volviendo a embotellar al Schalke. Una gran internada de Ze Roberto acabó en otro pase de la muerte hacia Ruud, que solo tuvo que empujar para subir al marcador el 2-1 definitivo.
No se puede pedir más para un inicio de campeonato. Aunque un pelín corta, la plantilla en si tiene bastante buena pinta, siempre que como en los dos últimos años, no nos alcance una interminable plaga de lesiones en la recta final.
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