13 jul 2010

El primer gran derby de Múnich.

Cuando se bucea en la historia del fútbol bávaro, uno se da cuenta de que la irrupción del Bayern de Múnich como club de importancia en el panorama futbolistico está lleno de accidentes y casualidades que le han ido allanando el camino. Aquel fatídico descenso y posterior quiebra del Nürnberg en 1969 hizo que muchos jóvenes emigraran a la capital bávara, construyendo el gran Bayern de los setenta. Otra de esas casualidades que han marcado el devenir del fútbol en Alemania ocurrió muchos años antes.

Una fría tarde de 1959 un niño de trece años viajó al distrito de
Giesing junto con sus amigos para disputar el que era el encuentro de su vida. Un incondicional fan de los leones se vería las caras con los que anhelaba que fueran sus compañeros en pocos días. La modesta y arruinada escuela del SC Munich'06 seria absorbida por el TSV al finalizar el torneo en el que iban a participar. En la final se enfrentaron ambos conjuntos. El partido acabó con una tángana que provocó que el capitán del 1860 le propinara un puñetazo al espigado delantero del Múnich 06. Aquel muchacho al que le partieron el labio era Franz Beckenbauer, incidente que le cerró las puertas del TSV, obligándolo por tanto ingresar en la escuela de un modesto club del este de la ciudad llamado FC Bayern.

Beckenbauer creció como futbolista en el otro lado, observando como el equipo de sus amores, el Múnich 1860, goleaba por 4-1 al Bayern en la clausura de la ultima Öberliga bávara de la historia. El titulo del TSV y el éxito del Nürnberg en las eliminatorias nacionales, hicieron que el Bayern no pudiera ingresar en la Bundesliga. La aventura de los leones en su lucha por el titulo nacional jamás les llevó a la final, pero se ganó la fama de equipo temido y respetado, que protagonizó sonoros enfrentamientos contra el Schalke y Nürnberg que crearon afición y una temible enemistad. El Múnich es uno de los clubes fundadores de la Bundesliga alemana, honor que no tiene el Bayern, que tendría que esperar cuatro temporadas para asomar la cabeza por la nueva categoría.

El destino quiso que el gran éxito del
1860 llegara cuando los dos equipos de la ciudad coincidieron en la primera división. Un año antes, “los austriacos” , como se conocía a aquella generación de oro que llevó a los leones a alcanzar los más sonados éxitos, habían conseguido ganar la copa alemana, 1-0 ante el Eintracht. La Recopa se escapó en el ultimo partido, en la final disputada en Wembley ante 92 mil espectadores. El West-Ham, venció por 2-0 al TSV Munich 1860.

Petar Radenkovic, Rudolf Brunnernmeier, Hans Rebele o Peter Grosser, sin olvidar a Kohlars ni a Otto Luttrop, eran jugadores consagrados, con nombre en el fútbol alemán e integrantes del que todos daban como principal favorito para conquistar el titulo de liga en 1966. En aquella liga apareció por primera vez en la historia el Bayern, con un equipo repleto de jóvenes jugadores por los que nadie apostaba. Aquellos adolescentes que respondían al nombre de Sepp Maier, Franz Beckenbauer o Gerd Müller eran carne de segunda, decía todo el mundo. El sorteo fue caprichoso y quiso que en la primera jornada ambos conjuntos protagonizaran el derbi de Múnich por primera vez en la historia de la liga unificada.

No hubo color, el
TSV se impuso con gol de Konietzka (1-0) de forma justa, rezan las crónicas. Max Merkel, “el rey león” y entrenador del 1860 se jactó del juego de su equipo: “merecimos ganar por 10-0”. Argumentos que no fueron rebatidos por sus rivales, el debut del Bayern en primera se pudo saldar con una goleada escandalosa. La mala imagen del estreno fue un espejismo, en la jornada cuatro el Bayern alcanzaría el liderato, 6-0 al Borussia Neunkirchen, que sirvió para desbancar al TSV tras su derrota por 3-0 en Kaiserlautern.

El mano a mano entre ambos conjuntos en lo más alto de la tabla pronto se convirtió en una realidad. El
Bayern tuvo en sus manos ser campeón de liga en su primera participación en la máxima categoría. En la reedición del enfrentamiento de la primera jornada los rojos se impusieron por 3-0 al 1860, marcador que situó al Bayern a un solo punto de sus vecinos, lideres de la clasificación con 29 puntos en la jornada 18. Distancia que se mantendría intacta hasta la jornada 26, donde el Bayern volvería a situarse por delante del Múnich, eso si, empatados a puntos, gracias su goleada por 5-3 al Gladbach y la derrota del TSV en Colonia por 3-1.

En el ecuador del campeonato la lucha por la Bundesliga se convirtió en un mano a mano entre Múnich 1860, Borussia Dortmund y Bayern. Algo insólito que un recién ascendido estuviera peleando con dos potencias reconocidas como los Borussers, que se proclamarían campeones de la Recopa tras ganar al Liverpool, y los leones de Múnich, con un elenco de estrellas en sus filas.

A falta de cuatro jornadas la igualdad era máxima, triple empate entre los tres contendientes a 45 puntos, el perjudicado del cual era el
TSV, cuyas posibilidades al titulo se redujeron gracias a su peor diferencia de goles. La jornada clave fue la 33. Donde el 1860, tercero, se impuso por 0-3 al Borussia Dortmund, líder, que de ganar se habría proclamado campeón de liga. Por contra el Bayern cayó por 1-4 ante el Colonia. Resultados que a falta de una jornada dejaron al 1860 líder en solitario con una ventaja de 2 puntos sobre el resto.

Fortuna que le acompañaría en la última cita liguera. El Dortmund volvió a caer goleado (en ambas jornadas se centró en su final de la Recopa) y el Bayern empató a uno ante el Werder. Resultados que le permitieron a los leones ser campeones de liga por primera vez en su historia arañando un empate (1-1) ante el Hamburgo.

El
Bayern transitaría por la parte baja de la tabla en las siguientes temporadas, donde todavía tendría que ver como el Nürnberg ganaría un par de ligas más hasta su hundimiento. En 1970 el conjunto de Franz Beckenbauer ganaría su primer titulo de la historia.

Clasificación final temporada 65/66

1º TSV Munich 50 puntos
2º B.Dortmund 47 puntos
3º FC Bayern 47 puntos

2 comentarios:

THB dijo...

Aunque no me guste ni lo siga, siempre he admirado la construcción del Bayern, un equipo que se ha hecho a si mismo a base de cantera y esfuerzo. Los ochenta fue un club discreto, que vivia de su epoca dorada de los 70. Curiosamente su grandeza se ha consolidado en los 90, coincidiendo con el hundimiento del Colonia, Gladbach y el declibe de aquel grandioso Werder de Rehaggel de finales de los 80.

Curiosamente cuando el Bayern ha tenido un rival de entidad, jamás ha ganado nada.. sucumbió al Borussia Dortmund de los 90, al Werder de finales de los 80, al Hamburgo de principios de la misma decada.. y si el Leverkusen no hubiera dejado escapar todas las ligas que perdió en la ultima jornada (5), habria hecho lo mismo entre finales de los 90 y principios de los 2000.

cityground dijo...

Tampoco me gusta el Bayern pero tuvo merito lo que hizo en su momento y con jugadores salidos de su cantera, ahora lleva años dominando el fútbol alemán también porque no hay como en los 70 y 80 grandes conjuntos que le planten cara y consigan éxitos internacionales.

Como ha caído el 1860, a ver si asciende de una vez.

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